Un año más he vuelto a dos países que van en camino y se están convirtiéndose en un clásico. En Lituania, en la ciudad de Trakai, una versión más pedagógica, con gente muy joven y con ganas de aprender, donde durante una semana, l@s chic@s se afanan por trabajar un repertorio para banda, compartiéndolo con clases individuales, calentamientos y música de cámara. ¡Un placer!
En Corea del Sur, creo que son ya nueves veces las que visitamos la Isla de Jeju, donde se realiza un festival enorme dedicado a las bandas y formaciones de viento. Este año ha sido especial poder reencontrar a grandes amigos como Unai Urretxo, Armin Rosin, Antonio Brazalez y Jacques Mauger. ¡Que fuerte poder ver a toda esa gente tan lejos, quizás eso lo hace más especial!